
Los huevos Fabergé en la repisa representan dos cosas: la ostentación del régimen al que le estalla la Revolución y, al mismo tiempo, una elegancia nostálgica y unos valores que se pierden a partir de la Revolución.
• Estados Unidos: el único huevo que no representa al régimen anterior. En la parte inferior, trae las franjas blancas y rojas de las 13 colonias en diamantes y rubíes en espirales. La parte superior tiene un esmalte azul y detalles en oro, además de unos diamantes que representan los 50 estados de la unión. Está coronado por un círculo de diamantes.
• Francia: la institución monárquica francesa. La base es en esmalte azul con detalles en dorado de flores de lis y rubíes incrustados. Trae la corona de Francia en la parte superior. La base usa patas de sillas barrocas estilo Luis XIV.
• México: el régimen de Don Porfirio Díaz, con esmalte verde predominantemente y detalles vegetales en dorado. Al centro viene el águila del escudo porfiriano con detalles de esmeraldas para el nopal. Las patas son serpientes emplumadas con patas de águila en oro.
• Rusia: el imperialismo zarista, con rubíes engarzados en todo el cuerpo y una foto del zar Nicolás II Romanov al centro del huevo. La parte superior trae una corona y la base consiste en una sola pata al centro.
• Cuba: el gobierno de Fulgencio Batista. Forrado con aguamarinas en todo el cuerpo y detalles vegetales. Lleva “la llave del Caribe” (símbolo de Cuba) en oro. Es el único huevo abierto. Guarda a un tocororo (símbolo de la libertad) de aguamarinas, diamantes y rubíes, posado sobre una mariposa blanca (ave y flor nacional de Cuba).
Las familias aristocráticas perciben particularmente este cambio. Como bien decía mi abuela:
En tiempos de la tan odiada dictadura,
la basura era siempre la basura.
Desde que Villa se subió a la silla,
la basura es la octava maravilla.
